lunes, 12 de marzo de 2012

TERAPIA MIOFUNCIONAL&DEGLUCIÓN ATÍPICA




La terapia miofuncional, que implica terapia muscular para la obtención de mayor armonía y mejorar las funciones orofaciales con la rehabilitación funcional, se suele asociar al tratamiento de la deglución atípica.

Sin embargo, lo cierto es que la terapia miofuncional no se limita exclusivamente a este tipo de alteración, ya que existen muchos trastornos orofaciales que necesitan tratamiento miofuncional.

Muchas maloclusiones dentarias están relacionadas con alteraciones en la respiración, masticación y deglución. Además existen malos hábitos que alteran la posición normal de los dientes. En estos casos es inviable la corrección de la posición dental sin corregir o eliminar disfunciones o malos hábitos, y viceversa, por lo que la colaboración entre ortodoncista y logopeda es necesaria.

La deglución es una acción motora automática y compleja en la que participan estructuras de otros sistemas. Sus objetivos son transportar el bolo alimenticio y limpiar las vías aéreas superiores.

Según los ortodoncistas, la deglución atípica se identifica con la proyección lingual contra o entre los dientes. Constituye la principal causa de derivación al logopeda. Si bien es cierto que hay mucha relación entre el posicionamiento de los dientes y el modo en que se coloca la lengua respecto a los mismos.
Cuando la deglución no sigue los patrones normales y equilibrados hablamos de deglución atípica o disfuncional. La deglución atípica se da cuando la lengua, los labios o la musculatura peribucal interfieren presionando los dientes en una u otra dirección. Así, nos encontramos con diferentes posibilidades: deglución con interposición lingual entre los dientes, con empuje sobre incisivos inferiores y superiores, deglución con interposición del labio inferior, con succión labial, con contracción peribucal, etc.

La forma de deglutir con interposición de la lengua se caracteriza porque, en el momento de tragar, los dientes no se ponen en contacto. La lengua se aloja entre los incisivos, pudiendo a veces interponerse lateralizada entre los molares y premolares.

En posición de descanso, no hay contacto labial en general. Para sellar la cavidad bucal en la zona frontal, el labio inferior y la borla de la barba se contaren fuertemente contra los incisivos inferiores. Si esto sucede durante la erupción, estos incisivos son guiados hacia atrás, produciéndose así una retroinclinación de los incisivos inferiores. En la masticación, ambos labios son activos y están en contacto, pero la actividad del labio inferior es mayor que en los casos normales.


No obstante, las degluciones atípicas suelen darse de forma mixta: los movimientos anómalos de la lengua, bien sea con interposición durante la deglución, con movimientos de expansión o con empuje sobre incisivos, suelen ir acompañados de contracciones peribucales y/o de succión labial, sobre todo inferior, lo cual provoca fuerzas que comprometen la normoclusión.

Las causas de la deglución atípica pueden ser múltiples y variadas. La hipótesis más avalada es que la deglución atípica es la consecuencia de uno o varios factores que han incidido sobre la evolución de las praxias estomatológicas durante la infancia, impidiendo la maduración adecuada y la adquisición de los patrones musculares adultos. Estos factores pueden ser de tipo hereditario, respondiendo a patrones de tipo óseo y/o a patrones de conducta heredados. Así, es frecuente observar degluciones disfuncionales en los padres de los niños que lo presentan. También podemos hablar de factores relacionados con una malnutrición, con dificultades, con dificultades para abandonar la alimentación materna o en el cambio de líquidos a sólidos. La persistencia de hábitos perniciosos o parafunciones como consecuencia de falta de maduración a nivel orofacial son fácilmente observables en niños que siguen succionando objetos y que, además, han utilizado el chupete o el biberón hasta edades avanzadas. Otras causas favorecedoras de un tipo deglutorio disfuncional son la respiración bucal, frenillos linguales y/o labiales cortos y amígdalas hipertróficas.

Una o varias de estas causas pueden actuar solas o simultáneamente de forma acumulativa. Si a ello añadimos que los movimientos de la deglución se producen más de 2000 veces al día, podemos darnos cuenta del alcance de estas disfunciones y de lo importante que es la corrección de una deglución atípica.

Cuando los malos hábitos se prolongan en el tiempo, tanto en duración como en frecuencia de aparición, las maloclusiones van a ser más difíciles de corregir.

Las características clínicas de los deglutores atípicos en el momento de la deglución son:
Interposición lingual/empuje
Contracción de la musculatura perioral
Movimientos asociados con la cabeza
Ausencia de contracción de los músculos maseteros
Imposibilidad de deglutir con los labios entreabiertos

Sin embargo no podemos quedarnos en la mera descripción de las características sin interpretar las razones que lo originan.

La interposición lingual suele ocurrir por: mordida abierta anterior, lengua aumentada de tamaño o hipotónica, hipertrofia de amígdalas, hábitos de succión o deglución infantil.

La participación de la musculatura perioral, aparece vinculada a la proyección lingual, presente también en los casos de hipotonía facial.

Ausencia de contracción de los músculos maseteros al final de la fase oral, cuando se eleva la mandíbula.

Cuando el buccinador es hipotónico o hipofuncionante, hay disminución de la saliva, por tanto, va a ocasionar residuos.

Movimientos asociados de la cabeza, con estiramiento de la musculatura anterior del cuello para enderezar el tubo digestivo. Suele estar asociado a la masticación insuficiente.

Existen numerosas situaciones que ocasionas atipias en la deglución, tales como: alteraciones respiratorias, cambios en la dentición, tipo de oclusión, esqueleto facial, tono muscular, alteración de propiocepción, hábitos orales, e incluso la edad.


Por tanto, siempre hemos de diferenciar entre:

  • Deglución normal: con el sistema estomatognático equilibrado.

  • Deglución atípica: con movimientos inadecuados de lengua y demás estructuras durante la deglución en ausencia de alteraciones en la cavidad oral.

  • Deglución infantil: es distinta a la deglución madura, los maxilares se encuentran separados y la deglución se inicia y se guía por el intercambio sensitivo entre labios y lengua.

  • Deglución adaptada: cuando la atipia es consecuencia de otro problema, y éste hace que la posición de la lengua se adapte.

2 comentarios:

  1. Buenas tardes, muyinteresante el articulo anterior con respecto a la deglucion atipica, alguna bateria o formato actualizado para evaluar esta alteracion?, agradezco atencion y respuesta

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